Confrontando la Falsedad

Por muchas veces había leído este pasaje de Juan 4 donde se desarrolla la conversación de Jesús y la mujer samaritana. Lo que por lo general siempre me resaltaba de esta historia era como el pasado de la samaritana venia a ser parte importante en la conversación y como Jesús mostro la omnisciencia para discernir la condición actual de ella.  Esta historia tiene un propósito mas allá de una simple conversación entre un judío y una gentil, es la historia donde la falsedad es confrontada con la Verdad.

Juan 4:4-6

Como tenía que pasar por Samaria, llegó a un pueblo samaritano llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob le había dado a su hijo José.  Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía.  Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida.

Sicar era una aldea en Samaria ubicada cerca del pozo de Jacob.  Estaba en el camino principal entre Jerusalén a Galilea, atravesando Samaria.  Se situaba cerca de Siquem y al este del monte de Ebal.  En los días de Jesús sólo era una pequeña aldea.  Quedaba como a 60 kilómetros de Jerusalén y 75 de Jericó.

 Por más de 2,300 años los judíos le habían dado mucha importancia al pozo que estaba casi al inicio del monte Gerizim.  La propiedad fue comprada por Jacob (Génesis 33:19), quitando más tarde a los amorreos (Génesis 48:22).  Era el lugar donde los residentes de aquella área sacaban el agua para ellos y para sus ganados.

¿Qué significa Sicar?

En griego es  Sujár, que significa  "borracho [ebrio]" o "falsedad".  Comentaristas bíblicos relacionan a Sicar con bebida embriagante que el que bebe pierde control; el sentido de proporción y perspectiva; y la capacidad de identificación las cosas con la realidad.  Prácticamente viviendo en un mundo falso.

Creo que cuando se menciona en el versículo 4: “Como tenía que pasar por Samaria” más que el tomar la ruta más corta a Galilea era necesario que la falsedad fuera confrontada con la Verdad que es Jesús.  Juan 14:6 “Yo soy el camino, la verdad y la vida” —le contestó Jesús—. “Nadie llega al Padre sino por mí.”

Lo invito a que sigan el blog para ver la continuación de esta historia y otras reflexiones.